El pasado 13 de enero, en la Unidad San Cristóbal de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) se llevó a cabo un encuentro para recrodar a Rolando Tinoco Ojanguren, académico del Departamento Sociedad y Cultura, quien falleció el pasado 2 de enero en la Ciudad de Comitán de Domínguez, Chiapas.
En un encuetro cálido, entre colegas y amigos, Antonio Saldívar Moreno, Fernando Limón Aguirre y Esperanza Tuñón Pablos, investigadores del Departamento Sociedad y Cultura; Hilda Castañeda, quien fue estudiante de Rolando en el posgrado de ECOSUR; Rosemberg López Samayoa y Marina, de una Mano Amiga en la Lucha Contra el Sida, compartieron recuerdos, anécdotas y enseñanzas recibidas a lo largo de varios años de trabajo y convivencia con el académico de ECOSUR.
Fernando Limón rememoró la llegada de Rolando al estado de Chiapas, su formación dentro de la primera generación de la Maestría en Ciencias en Recursos Naturales y Desarrollo Rural, su visión inter y transdisciplinaria, su capacidad de comprensión y articulación del discurso académico, así como su intervención en proyectos articulados al Hospital de Comitán, en comunidades campesinas e indígenas fuertemente marcadas por la presencia de familias refugiadas guatemaltecas. “Sacó lo mejor de la chilanga banda, en términos de la espontaneidad, lo dicharachero, su talento para el bailongo, la forma de acomodar la palabra y la agilidad mental”.
En palabras de Esperanza Tuñón y Aremy Evangelista, algunos puntos destacables de la trayectoria académica de Rolando son su alta capacidad para abordar diferentes temas de investigación, identificar aquellos que en su momento eran y son temáticas de punta, y llegar a conocerlos y dominarlos. Asimismo, su capacidad para gestionar el trabajo colegiado, coordinar equipos de trabajo, establecer pautas de planeación y colaboración, y formar redes y grupos interdisciplinarios de investigación-acción, entre otras. Esperanza comentó que “para trabajar con Rolando era necesario comprender su agudo sentido del humor y no dejarse ofender por ciertos comentarios que luego hacía, así como poder sobrellevar su orden y su lógica acerca de cómo pensaba que debían llevarse los procesos investigativos y de colaboración”.
Antonio Saldívar evocó el destacado papel que tuvo Rolando como docente en el curso de Pobreza y Desarrollo Sustentable del posgrado, en el que participó por más de 20 año, logrando cambios significativos y profundos en la forma de ver el mundo de quienes participaban en el mismo, y en haber sentado las bases del pensamiento crítico en diferentes campos científicos y sociales en los que trabajó.
Hilda recordó y agradeció la relevancia que tuvo Rolando como maestro, al propiciar que las y los estudiantes se decosntruyeran, “hasta perder el sentido del deber ser” y al empujarlos a ver más allá de lo evidente.
Rosemberg habló del importante papel que tuvo el académico de ECOSUR en la lucha contra el VIH, el estigma y la discriminación, al ser de los fundadores del Centro de Investigaciones de Salud en Comitán, (CISC), y en la promoción de los derechos de los colectivos en situación de vulnerabilidad desde su visión académica y por supuesto desde su activismo, diseñando estrategias específicas en los temas de diversidades sexuales y de género, migración, VIH, mujeres en situación de violencia de género, mujeres de pueblos originarios, usos y costumbres, entre otros.
A lo largo de su trayectoria académica, Rolando Tinoco realizó 92 publicaciones, 26 artículos, 25 libros como autor o coordinador, 24 capítulos de libros y un informe técnico; participó en seis investigaciones científicas, 10 programas de Educación Continua y diversas actividades de vinculación, fungió como tutor y asesor de 4 y de 12 estudiantes de Maestría respectivamente.